La forma de interaccionar con los demás puede convertirse en una fuente considerable de estrés en la vida. El entrenamiento asertivo permite reducir ese estrés, enseñando a defender los legítimos derechos de cada uno sin agredir ni ser agredido.

Se define asertividad como la habilidad personal que nos permite expresar sentimientos, opiniones y pensamientos, en el momento oportuno, de la forma adecuada y sin negar ni desconsiderar los derechos de los demás. Es decir, nos referimos a una forma para interactuar efectivamente en cualquier situación que permite a la persona ser directa, honesta y expresiva.

El principio de la asertividad es el respeto profundo del yo, sólo al sentar tal respeto, podemos respetar a los demás.

Diferenciación conducta asertiva o socialmente habilidosa, agresiva y pasiva

La falta de asertividad se da en las personas que tienen problemas a la hora de relacionarse. Debemos diferenciar entre conducta asertiva o socialmente hábil, pasiva y agresiva.

Conducta asertiva o socialmente hábil: Implica firmeza para utilizar los derechos, expresar los pensamientos, sentimientos y creencias de un modo directo, honesto y apropiado sin violar los derechos de los demás. Es la expresión directa de los propios sentimientos, deseos, derechos legítimos y opiniones sin amenazar o castigar a los demás y sin violar los derechos de esas personas.

Conducta pasiva: Transgresión de los propios derechos al no ser capaz de expresar abiertamente sentimientos, pensamientos y opiniones o al expresarlos de una manera autoderrotista, con disculpas, falta de confianza…El objetivo de este tipo de conductas es apaciguar a los demás y el evitar conflictos a toda costa. Comportarse de este modo en una situación puede dar como resultado una serie de consecuencias no deseables.

La persona que actúa así se puede sentir a menudo incomprendida, no tomada en cuenta y manipulada, ¿cuántas veces has estado en una situación en la que querías decir que no a algo y no has sido capaz?

Además, puede sentirse molesta respecto al resultado de la situación o volverse hostil o irritable hacia las otras personas, puede acabar por estallar. Hay un límite respecto a la cantidad de frustración que un individuo puede almacenar dentro de sí mismo. (No podemos decir a todo que sí por no molestar a los demás, este tipo de respuestas sólo producen una sobrecarga emocional que en algún momento nos superará y no podremos gestionar)

Conducta agresiva: Defensa de los derechos personales y expresión de los pensamientos, sentimientos y opiniones de una manera inapropiada e impositiva y que transgrede los derechos de las otras personas. La conducta agresiva en una situación puede expresarse de manera directa o indirecta. La agresión verbal directa incluye ofensas verbales, insultos, amenazas y comentarios hostiles o humillantes. El componente no verbal puede incluir gestos hostiles o amenazantes. La agresión verbal indirecta incluye comentarios sarcásticos y rencorosos y murmuraciones. Las víctimas de las personas agresivas acaban, más tarde o más temprano, por sentir resentimiento y por evitarlas. El objetivo habitual de la agresión es la dominación de las otras personas. La victoria se asegura por medio de la humillación y la degradación. Se trata en último término de que los demás se hagan más débiles y menos capaces de expresar y defender sus derechos y necesidades.

Las consecuencias a largo plazo de este tipo de conductas son siempre negativas

Respuestas asertivas y ventajas

La respuesta asertiva se considera como una habilidad de comunicación interpersonal y social, es una capacidad para transmitir opiniones, posturas, creencias y sentimientos de cada uno sin agredir ni ser agredido.

Si para el individuo las opiniones y deseos de los demás prevalecen sobre los propios, la consecuencia es la sumisión que impide que avance el grado de confianza de una relación al no darse a conocer y convirtiéndose así en un absoluto desconocido.

Hay diversas respuestas asertivas, que guardan relación con los derechos asertivos:

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  • Rechazar una petición.
  • Hacer una petición o solicitar ayuda.
  • Solicitar un cambio de conducta que resulta molesta.
  • Mostrar desacuerdo.
  • Hacer una crítica.
  • Recibir una crítica.
  • Formular un elogio.
  • Hacer cumplidos.

Quien más lesiona nuestros propios derechos asertivos es nuestro yo, cuando no nos respetamos y por nuestro derecho hacemos valer los de los demás. Como derechos asertivos podemos incluir:

  • Considerar las propias necesidades.
  • Cambiar de opinión.
  • Expresar tus ideas y sentimientos.
  • Decir no ante una petición, sin sentirse culpable.
  • Ser tratado con respeto y dignidad.
  • Cometer errores.
  • Pedir y dar cuando así lo decidas.
  • Hacer menos de lo que como humano puedes hacer.
  • Establecer tus prioridades y tus propias decisiones.
  • Sentirse bien.
  • Tener éxito.
  • La privacidad.
  • La reciprocidad.
  • No usar tus derechos.
  • Exigir la calidad pactada.
  • Ser feliz

Una cualidad de ser asertivo es expresar deseos u opiniones, existe un sistema que llamaremos «D.E.PA».

El D.E.P.A se refiere a:

D – Describir de manera clara la situación que nos desagrada o que deseamos cambiar.

E – Expresar los sentimientos personales en primera persona, evitando acusar al otro.

P – Pedir un cambio concreto de conducta.

A – Agradecer la atención del otro a nuestra petición.

A través del aprendizaje de diferentes técnicas para mejorar las conductas asertivas, lo que mejorará nuestra forma de relacionarnos con los demás y de relacionarnos con nosotros mismos desde el respeto. Desde el centro de psicología Avances, trabajamos con técnicas para mejorar la conducta asertiva y os proponemos realizar este breve cuestionario de ASERTIVIDAD: (pincha sobre la imagen)

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