Los síntomas diferenciales de la depresión en la niñez y en la adolescencia son muy variados. La depresión en los niños y adolescentes puede manifestarse a través de cualquier síntoma que signifique un empeoramiento del estado emocional, del estado afectivo, o que implique un descenso del rendimiento o un aumento de la conflictividad.

A partir de diferentes autores (Kuhn, Petti, Puig Antich, Cantwell y Carson, Kaplan y Sadock, Romeu), podemos establecer una sintomatología característica dependiendo de la edad:

Inferior a 7 años:

  • Llanto inmotivado.
  • Quejas somáticas.
  • Irritabilidad.
  • Detenciones del desarrollo.
  • Fobia escolar.
  • Encopresis.

7 años a edad puberal:

  • Quejas somáticas.
  • Agitación psicomotriz y ansiedad (no reactivas a nada en concreto).
  • Agresividad.
  • Apatía y tristeza.
  • Sensación de “aburrimiento”.
  • Sensación de “estar superado por las exigencias”.
  • Falta de concentración.
  • Bajo rendimiento escolar.
  • Problemas importantes de desadaptación escolar; Fobia escolar.
  • Trastornos de la eliminación.
  • Trastornos del sueño.
  • Cambios en los hábitos de sueño.
  • Astenia y fatiga o pérdida de energía.
  • Anorexia.
  • Alteraciones en la esfera sexual, hipersexualidad.
  • Indecisión.
  • Ideas o conductas obsesivas.
  • Ideas de muerte recurrentes (no necesariamente ideas de suicidio).
  • Preguntas angustiadas acerca del más allá.

Adolescencia:

  • Mismos síntomas que en la edad prepuberal.
  • Conducta negativista o claramente antisocial.
  • Hurtos.
  • Agresividad.
  • Consumo de alcohol y/o drogas.
  • Deseos de marchar de casa.
  • Sentimiento de no ser comprendido (alienación) o aprobado.
  • Malhumor e irritabilidad.
  • Desgana para cooperar en actividades familiares.
  • Tendencia a recluirse en la propia habitación.
  • Desinterés por el aseo personal.
  • Dificultades escolares.
  • Retraimiento social con hipersensibilidad; especial respuesta al rechazo en relaciones amorosas.
  • Trastorno del estado de ánimo, desmoralización y falta de alegría.
  • Desinterés por cosas que antes le atraían.

Cualquier trastorno emocional que se manifieste a través de síntomas en la conducta o en los aprendizajes, puede ser debido a una depresión. Cualquier cambio de conducta, a peor, en un niño, puede ser un índice de depresión al que debemos estar atentos para prevenir una depresión profunda en el niño o adolescente.