Inteligencia Emocional para padres
¿Qué es la educación emocional? es el desarrollo de competencias emocionales: conciencia emocional, regulación emocional, autogestión, inteligencia interpersonal, habilidades de vida y bienestar; la educación emocional fomenta el autoconocimiento, la autoestima y la empatía, entre otros.
La educación emocional tiene como objetivo el desarrollo de competencias emocionales, que de forma positiva ayudan a la formación de una personalidad integral, a través de actividades y programas educativos que contemplen no sólo los aspectos intelectuales, sino también aspectos socioemocionales, motivacionales y valores
La vida del niño trascurre fundamentalmente en dos entornos, la familia y el colegio. A partir de la preadolescencia también la sociedad es un nicho fundamental de aprendizaje. Pero la mayor parte del tiempo se pasa con adultos padres o profesores, que juegan un papel básico en la educación y desarrollo de la personalidad de los niños.
Suponen un modelo y referente de conductas, actitudes, valores y cómo no, también del manejo de emociones. Los niños aprenden por imitación y asimilación de valores, actitudes, hábitos, respuestas emocionales ante diferentes situaciones, pero también por acomodación, gracias a sus propias experiencias de interacción con el mundo familiar y social que les rodea.
El clima y entorno familiar y escolar pueden favorecer que los niños aprendan a explorar e identificar sus emociones, expresarlas y gestionarlas de forma positiva o pueden proporcionar un entorno menos adecuado para ello, presentando patrones inadecuados de respuesta afectiva como son por ejemplo la negación o el castigo de la expresión emocional o respuestas emocionales basadas en la frustración, la culpa o el miedo.
Las conductas se aprenden y las emociones también. Lo positivo de esto es que podemos enseñar a nuestros hijos a gestionar de forma positiva sus emociones y a que aprendan a identificar y responder de forma adecuada a las emociones y reacciones de los demás.
¿Cómo podemos favorecer desde la interacción personal que nuestros hijos/alumnos aprendan a manejar bien sus emociones?
En primer lugar es clave que como adultos hagamos una reflexión sobre cómo nosotros manejamos nuestras propias emociones y cómo solemos responder ante las reacciones emocionales de los demás, incluidas las respuestas emocionales de nuestros hijos o alumnos.
Éstos aprenden no sólo de lo que les decimos, sino sobre todo, de lo que nosotros hacemos y somos, podemos partir del planteamiento de las siguientes preguntas:
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- ¿Somos capaces de identificar cómo nos sentimos ante las diferentes situaciones? ¿Sabemos identificar emociones?
- ¿Somos capaces de entender cómo se sienten los demás y ponernos en su lugar?
- ¿Sabemos escuchar de forma activa, sin interrumpir e intentando comprender lo que los demás están diciendo?
- ¿Cómo gestionamos nuestros propios estados de ánimo como la ira, el enfado, la culpa o la tristeza? ¿Cómo los toleramos y cómo hacemos para sentirnos mejor? ¿Cómo nos afectan esos estados a nuestro funcionamiento diario?
- ¿Cómo hacemos para resolver problemas que nos generan emociones negativas?
- ¿Cómo solemos tomar decisiones? ¿Actuamos impulsivamente y sin pensar o buscamos diferentes alternativas valorando cuál es la mejor respuesta en función de las consecuencias emocionales para nosotros y los demás?
- Cuando algo nos gusta de verdad, ¿cómo actuamos para motivarnos y mantener esa actividad? ¿Expresamos nuestra alegría y agradecimiento cuando nos sentimos felices o agradecidos a otros?
- Cuando nos encontramos con situaciones difíciles o en los reveses de la vida, ¿sabemos pedir ayuda? ¿Intentamos resolver nuestros problemas buscando soluciones?
A la hora de educar a mis hijos…
¿Soy consciente de cómo me siento cuando mi hijo no me hace caso o no responde como espero que haga según su edad? ¿Cómo me siento cuando no hace lo que me han enseñado o lo que los libros dicen que debería hacer?
¿Cómo se sienten mis hijos/alumnos en las diferentes situaciones del día a día? ¿Qué les hace felices o les pone contentos, qué les enfada y qué les entristece?
¿Soy consciente al actuar de que lo que hago como padre/madre/ afecta
a los niños?
¿Suelo utilizar el diálogo para resolver problemas cotidianos de convivencia? ¿Funciona?
Conocerse a uno mismo y las propias reacciones es fundamental como punto de partida para poder educar responsablemente y con cierta coherencia. Si tengo dificultades en conocer, controlar, gestionar mis emociones, debería plantearme maneras de mejorar y aprender a manejar las emociones mejor y así favorecer el desarrollo y aprendizaje emocional positivo de los niños y adolescentes.
En el Centro de Psicología Avances tenemos elaborado un taller de Inteligencia Emocional para padres. Si estás interesado en la creación de grupo ponte en contacto con nosotros. (Contacto: 637725161