La sobreprotección se define como un acto de cuidado excesivo. El acto de protección suele ser normal, natural, instintivo y necesario; ¿quién no ha corrido alguna vez para apartar a un niño que se dirige hacia un paso de peatones? Lo peligroso, es cuando este tipo de actitudes se repiten ante cualquier actividad que realiza el niño.

Los padres que sobreprotegen a sus hijos tienen sus razones particulares para hacerlo, y para ellos, esas razones justifican sus comportamientos.

Las consecuencias sobre la personalidad y los patrones de conducta de sus hijos se van a hacer evidentes desde muy pronto, pero sobre todo, a partir de la época de la adolescencia. Cuando empiezan a aparecer comportamientos que muestran malestar en el hijo/a, el padre/madre se pregunta qué está pasando, si él/ella ha intentado hacer todo lo posible para que no lo pase mal, para que no sufra. Muchas veces no pueden comprender. Y en muchos casos, se achaca ese malestar al hijo/a, a su personalidad, a sus amigos, al colegio/instituto,… Muchos de los padres que han sobreprotegido en exceso a los hijos son incapaces de reconocerse a sí mismos que su estilo de educación ha podido influir para que sus hijos se sientan mal en la adolescencia o en la vida adulta. Reconocerlo sería reconocer que se han equivocado, sus intenciones eran buenas pero las consecuencias no lo han sido tanto. Muchas veces estos padres empiezan a tener una lucha interior sobre si se han equivocado o si es que “el niño/a le ha salido mal”. Hay que tener en cuenta que los niños aprenden a base de equivocaciones, de errores de triunfos y de fracasos, si no es permitimos fracasar, su aprendizaje no será satisfactorio.adoles

¿Qué consecuencias tiene la sobreprotección en la edad adulta?

  • Sentimientos de inutilidad y dependencia: si en lugar de sugerir y guiar, optamos por darlo todo solucionado, supervisar en exceso o imponer, no vamos a permitir que el niño desarrolle adecuadamente sus habilidades y capacidades, por lo que cuando sea adulto, es probable que aparezcan sentimientos de inutilidad y dependencia, que pueden favorecer que la autoestima sea baja y no tenga seguridad en sí mismo, y por tanto, que se desarrolle una excesiva timidez y falta de habilidades sociales.
  • Miedos y conductas evitativas: el adulto, fruto de su inseguridad y su sentimiento de incapacidad, presentará miedo ante situaciones cotidianas que en realidad no suponen un peligro, perdiendo muchas oportunidades por su tendencia a no enfrentarse a los problemas ni a asumir responsabilidades.
  • Dejarse manipular, poca iniciativa, pasividad: tendrá más facilidad para dejarse llevar por el ambiente que le rodea y por las decisiones de los demás, tendiendo a tener una actitud más pasiva, en lugar de tomar la iniciativa y decidir por él mismo lo que le conviene o lo que desea. A la larga, esto también puede llevarle a un desinterés por las personas y las relaciones sociales.
  • RETRASOS O DIFICULTADES EN EL APRENDIZAJE Y PUESTA EN PRÁCTICA DE HABILIDADES SOCIALES. Muchas veces estos chavales tienen dificultades para entablar o mantener relaciones. A veces son niños muy tímidos, que les cuesta iniciar conversaciones, que les cuesta integrarse en grupos, que en seguida que algo no sale como les gustaría se sienten mal y prefieren retirarse… Tengamos de nuevo en cuenta que a lo largo de su vida, su madre/padre o ambos, no le han permitido solucionar sus propios problemas, porque ya los han solucionado ellos por él/ella. La consecuencia es el no aprendizaje de habilidades de solución de problemas, algo necesario para las relaciones personales.
  • RELACIONES DIFÍCILES CON LOS PADRES. Según van creciendo, pueden haber desarrollado mucha rabia contra los padres, porque van viendo sus dificultades a la hora de enfrentarse a problemas, y pueden echarles la culpa a ellos. Además, los padres pueden haber cortado mucho la libertad de esta persona en su desarrollo, haciendo que dejara de hacer cosas porque podía ser peligroso, quizá cosas habituales en otros chavales de su edad. Debido a ello, las discusiones con los padres pueden ser frecuentes, la culpabilización hacia ellos puede ser la norma general.
  • Por otro lado, el haber crecido con escasos límites educacionales y obteniendo fácilmente todo lo que se ha deseado, puede implicar que en la edad adulta no se sepa dar valor a las cosas ni se tolere la frustración, apareciendo conductas algo egocéntricas y poco empáticas.Proteger y ayudar a los hijos a solucionar sus problemas ayuda a su desarrollo pero evitar que los niños sufran solucionando sus propios problemas con la sobreprotección, hace que a corto plazo se sientan bien y protegidos pero a largo plazo la falta de recursos propios de los niños, hará que todos los miedos de los padres sobre el sufrimiento de sus hijos se cumplan. burbuja